Ya me hubiese gusta a mi entregar una pizza a esta chica en mi época de repartidor de pizzas a domicilio. Pero no, a mi me tocaban las más bordes y estupidas mujeres, por no hablar de sus maridos que no daban ni propina ! El caso es que este joven repartidor acude a entregar una pizza como otro día cualquiera pero lo que no sabe es que la chica que le va a abrir la puerta le guarda una sorpresita.
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